“Nosotros no somos como ellos”, decía Andrés Manuel López Obrador, en su cruzada contra el dispendio y la frivolidad de los gobiernos neoliberales. “No tenemos avión presidencial, ni helicóptero, ni camionetas blindadas. Somos pueblo”. Eso decía. Eso repetía.
Pero esta semana el hijo del ex presidente, Andy López Beltrán, fue captado vacacionando en Tokio, hospedado en el lujoso Hotel Okura, mientras otros miembros de la élite morenista también hacían maletas rumbo a Madrid, Lisboa, Milán, o incluso participaban en sesiones del Congreso desde un avión en pleno vuelo.
Lo que decían… antes
“No vamos a tener privilegios, no vamos a actuar como la clase política tradicional, nosotros no somos fifís, somos del pueblo.”
— Andy López Beltrán, entrevista con El Heraldo de México, 28 de enero de 2018
“El funcionario público no está para andar vacacionando en el extranjero ni derrochando recursos en hoteles caros. Ya se les va a acabar el turismo político y el turismo fifí”
— AMLO, gira por Zacatecas, 20 de abril de 2018
“Mis hijos no se meterán en política, ni andarán viajando con lujos. Van a vivir de su trabajo, no van a estar como juniors.”
— AMLO, entrevista con Carlos Loret, marzo de 2019
Pero ahora, lo que vemos es una morena de pasaporte en mano, tomando decisiones desde clubes europeos, restaurantes de lujo y vuelos internacionales.
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Postales desde el otro lado:
Andy López Beltrán, Tokio.
Ricardo Monreal, Madrid.
Mario Delgado, Lisboa.
Cuauhtémoc Blanco, Milán.
Dip. Roberto Domínguez, votando desde un avión en pleno vuelo.
Pedro Haces, gira internacional por Ginebra, Estrasburgo, Vaticano.
Néstor Camarillo, Bruselas.
Pero de los poblanos de Morena, no hay (aún) evidencia de viajes fastuosos. No así de otros diputados, cuya ubicación cambia según la tarifa del vuelo.
Austeridad selectiva
Mientras se pide a la ciudadanía apretarse el cinturón, ellos lo sueltan. Lo que antes era motivo de denuncia, ahora es “asunto privado”. Lo que antes era símbolo del PRI y el PAN, ahora es “vida personal”.
El problema no es el viaje. El problema es la incongruencia.
“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre.”
— AMLO, Palacio Nacional, septiembre 2019
“La verdadera transformación no es sólo de forma, sino de fondo. No se puede predicar la pobreza desde el lujo.”
— AMLO, campaña en Tijuana, mayo 2018
Cierre de lujo: de la conquista al Complutense
Y ya que hablamos de incongruencias…
¿Cómo olvidar cuando AMLO exigió una disculpa pública a los Reyes de España por la conquista, en 2019? España, que aún no era España, debía pedir perdón a México, que aún no era México, sino el Imperio Azteca. La petición se hizo formal, por carta. Y la acompañó su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, quien respaldó con vehemencia el reclamo de “memoria histórica”.
Pero ahora, doña Beatriz vive en Madrid. Y su hijo —el menor, a quien no podemos llamar como en redes—, Gonzalo Alfonso López Gutiérrez, ha sido inscrito en la Universidad Complutense de la capital española.
Incluso, se reporta que iniciaron trámites para la nacionalidad española.
De exigir perdón por la conquista… a conquistar una beca en el viejo continente.
Una familia que juró no vivir como fifís, ahora estudia en universidades de élite europea.
El círculo se cierra. Pero no con humildad. Con matrícula y maleta diplomática.
Epílogo desde la cabina
Ahora los diputados votan desde el avión, los líderes vacacionan en cinco estrellas y los hijos del cambio comen sushi en Tokio y derecho en Madrid.
Pero no nos digan que «no son fifís».
Nosotros sí tenemos memoria.
Y cuando se les pregunta por estos viajes, la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, responde tranquila:
“Cada quien gasta su dinero como quiere, lo importante es que no se utilicen recursos del erario.”
— Luisa María Alcalde, declaración a medios, julio 2025
Ah, bueno. Mientras no sea del “erarium”… lo demás, que lo pague el pueblo.