En medio de una intensa lluvia, en Puebla inició la celebración de Corpus Christi con una procesión que partió de la Parroquia del Santo Ángel Custodio, en el Barrio de Analco, rumbo a la Catedral, donde el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa ofreció un mensaje de paz.
Con sombrillas en mano, fieles de todas las edades —especialmente personas adultas mayores— participaron con devoción en cada uno de los templos visitados, donde se escuchaban frases como: “Bendita sea su preciosísima sangre, en el santísimo sacramento del altar, el Espíritu Santo (…) los ángeles cantan”, acompañadas de porras y cánticos.
Ya en la Catedral, Monseñor Sánchez Espinosa reflexionó sobre la presencia viva de Cristo: “Que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de tu redención, porque reinas por los siglos de los siglos”.
Durante la celebración también tuvo lugar el Jubileo de asociaciones y movimientos cuyo apostolado se centra en el culto eucarístico.
La fiesta religiosa se extendió a barrios tradicionales como El Parián, donde se colocaron puestos con figuras populares como los tradicionales “panzones” —que hacen sátira de los hacendados— y las “mulitas”, representación opuesta de los sectores adinerados.