viernes, 07 noviembre 2025

La piedra en el zapato de Sheinbaum que ya le puso AMLO

A partir del próximo martes, México tendrá una nueva presidencia, en manos de Claudia Sheinbaum, emanada del partido Morena y que representará la “continuidad” del gobierno. Ella, ha aceptado que seguirá en la misma línea del presidente López Obrador e incluso bautizó su política como la construcción del “segundo piso de la Cuarta Transformación”. Sin embargo, a días de que asuma el cargo, el todavía presidente ya le puso una piedra en el zapato, se trata del nombramiento de la nueva dirigencia del partido, pues le dejó como secretario de Organización, a su hijo Andrés Manuel López Beltrán y Luisa María Alcalde Lujan, como la dirigente de morena.  

Aunque la propia Sheinbaum consideró que los nombramientos fueron una buena decisión, ya que corresponden al “relevo generacional” y su juventud no es un “símbolo de inexperiencia”, pues han ocupado cargos importantes. Lo cierto es que hace bien en no criticar esta decisión, pero en el fondo, esta dirigencia y, sobre todo, López Beltrán será quien decida, o al menos las decisiones de mayor trascendencia para el gobierno de Claudia. 

Entre las funciones que tendrá el hijo del presidente, al menos en el documento oficial o los estatutos del cargo, es la afiliación de militantes de Morena y entre lo más destacable, es el nombramiento o depuración de la lista de candidatos a puestos de elección en los procesos electorales. 

En otras palabras, le tienen que caer bien a él, o al papá para que sean tomados en cuenta. Y como se ha visto, las prácticas de compadrazgos, amiguismo e influyentismo no se han terminado con Morena, al contrario, han aumentado, varios son los casos en el país sobre estos “males” de la política que tanto denunció el mandatario. 

Pero lejos de continuar estas prácticas, la mandataria estará siendo observada directamente, sobre sus decisiones y si no gustan a los López, se tendrá que ceñir a otras. 

Cabe la posibilidad de que ellos sean quienes tomen las decisiones importantes de la vida política de México, y Claudia Sheinbaum simplemente las tendrá que obedecer.

Esta es la piedra en el zapato de la nueva presidenta, y confiamos en que no se convierta en una roca. 

Sería la sorpresa, que, en su gobernanza, tome decisiones en beneficio de todos los mexicanos, en temas como combate a la pobreza, seguridad, desempleo, salud, educación e inversiones. Pero, esta idea está muy lejos de concretarse, pues ella misma ha aceptado ser la continuidad del gobierno de López Obrador. La presidenta tiene la responsabilidad ética y moral de deslindarse de los López y gobernar para los mexicanos. 

De refilón…

El ex candidato a la gubernatura de Puebla y ex alcalde de la capital Eduardo Rivera Pérez fue tomado en cuenta por el ex diputado Jorge Romero, quien busca la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN), ¿los panistas poblanos le darán su apoyo? O en lugar de ventaja para Romero sea una desventaja. ¡Al tiempo!