viernes, 31 octubre 2025

La férrea defensa de la Presidenta

Se vale defender un proyecto. Y eso es lo que esta haciendo la Presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que dos hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador fueran señalados de ampararse. Un día después, la mandataria salió a desmentir el amparo y acusó de una “campaña de calumnias”.  Pero dicha defensa, le afecta más al proyecto político de la Presidenta que beneficiar. 

Tras revelarse la magnitud y alcance de la corrupción que existe al interior de la Secretaría de Marina, mismo que llevo a la detención hace días de 14 personas, entre ellas dos altos mandos, luego de una investigación del gobierno actual, en el que salió a la luz una red de complicidades para la importación de millones de litros de diésel, sin que pagaran impuestos, y que ha representado, según información preliminar un daño al fisco de unos 120 mil millones de pesos. 

En esta trama, según las investigaciones, han salido a relucir dos de los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, como implicados. Pues, este miércoles, se dio a conocer que un tercero -abogados- solicitaron tres amparos a favor de los hijos del expresidente. 

Por la tarde, Andrés Manuel López Beltrán, quien es secretario de organización de Morena, negó que se haya amparado. 

Durante su conferencia de este jueves, la presidenta salió en defensa de Andrés Manuel y Gonzalo López Beltrán, luego de que se difundiera que ambos habrían tramitado amparos para evitar ser detenidos por la Fiscalía General de la República (FGR). Dijo que es una campaña de calumnias.

“Es absolutamente falso que se hayan puesto estos amparos por parte de él, de su hermano o de sus hermanos”, reiteró la mandataria. “¿Cómo es posible? que alguien, ¿quién sabe quién, ampare a otras personas usando sus nombres y, de inmediato, eso aparezca en redes sociales y en los principales medios de comunicación? Evidentemente es parte de una campaña política para desprestigiarlos y desacreditar lo que representa nuestro movimiento”, añadió. 

En el fondo, la mandataria continúa con su lealtad al expresidente López Obrador, pero éste le está representado mayores efectos negativos. Sobre todo, porque queda demostrado que la corrupción se acentuó en el sexenio pasado y ha empezado a salir, y que, por la magnitud, es inocultable. 

Por lo tanto, acusar que se trata de una “campaña de desprestigio” es desviar el fondo del problema y no reconocerlo. Si los hijos son señalados en documentos por la propia Fiscalía, bien haría la mandataria en impulsar las investigaciones y llegar hasta las últimas consecuencias, pero como se ve, esta mas preocupada en ocultar el problema y desviarlo.