Colectivos feministas se reunieron en diferentes puntos de la ciudad de Puebla para marchar hacia el Zócalo y la sede del Congreso del Estado.
Cientos de mujeres se unieron a la voz de «la policía no me cuida, me cuidan mis amigas».
Diversos contingentes llegaron desde la preparatoria Benito Juárez de la BUAP y de la Facultad de Medicina, entre otras, salieron de la Fiscalia General del Estado, marchando sobre el bulevar 5 de Mayo hasta Juan de Palafoz y Mendoza.
Lo que comenzó como una protesta pacífica, la ola de pañuelos morados y verdes, (porque en Puebla se defiende el derecho al aborto) , en demanda de los derechos de las mujeres, la igualdad, se convirtió en un altercado entre feministas y policías municipales que resguardaban las instalaciones del Palacio Municipal, quienes desde atrás intentaron dispersar a las manifestantes primero con gas lacrimogeno y después con chorros de agua.
La estructura que cubría a la emblemática fuente del Zócalo fue abierta por mujeres que no sólo se conformaron con un tendedero de denuncias alrededor de ella.
Las esculturas que rodean al Zócalo fueron rayadas y la fachada de la Cátedral pintada con manos rosas de las asistentes.
Los comercios alrededor del centro histórico, a partir de las 6 de la tarde comenzaron a bajar sus cortinas, ya que la manifestación se tornó violenta.