En una acción sin precedentes, Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares clave en Irán: los complejos de Fordow, Natanz y Esfahán, según confirmó el presidente Donald Trump esta madrugada.
Los bombardeos fueron ejecutados con B‑2 subterraneos y misiles GBU‑57 “bunker buster”, diseñados para penetrar instalaciones fortificadas.
Trump aseguró que todos los aviones regresaron “sanos y salvos” y calificó la operación como “muy exitosa” .
Los tres objetivos:
Fordow: Instalación subterránea bajo una montaña cerca de Qom, con capacidad para alrededor de 3 000 centrífugas y enriquecimiento de uranio hasta niveles cercanos a grado armamentístico. Considerada casi impenetrable, fue el objetivo principal; Trump declaró: “Full payload of BOMBS was dropped on the primary site, Fordow”.
Natanz: Complejo subterráneo ya dañado previamente por Israel. Alberga la mayor parte de las centrifugadoras iraníes; su planta piloto había sido severamente afectada y ahora fue bombardeada para asegurar su neutralización .
Esfahán: Centro de investigación nuclear que procesa y reconvierte uranio. Israel ya había golpeado sus instalaciones, y ahora EE.UU. amplía el alcance del ataque.
Contexto geopolítico y repercusiones
Desde mediados de junio, Israel encabezó una ofensiva aérea contra instalaciones y científicos nucleares iraníes, hiriendo severamente el programa de Natanz y causando explosiones detectadas como sismos menores . Sin embargo, Fordow y Esfahán resistieron debido a su acondicionamiento subterráneo .
Con la intervención estadounidense, el conflicto escala: EE.UU. justifica la acción como «preventiva», mientras que Israel lo aplaude como una medida conjunta contra una amenaza nuclear. Por otro lado, China, Rusia y Turquía han denunciado la acción y alertan sobre un posible conflicto regional más amplio.
Reacciones y posibles consecuencias
Irán prometió “respuesta rápida y contundente”. Aliados regionales como los hutíes en Yemen advirtieron sobre ataques a intereses occidentales .
Mercados globales reaccionaron al alza: los precios del petróleo subieron en más de un 7 % ante temores de interrupciones en el Estrecho de Ormuz.
Washington vive un pulso político intenso, con congresistas tanto republicanos como demócratas cuestionando la constitucionalidad del ataque sin autorización legislativa; figuras como Marjorie Taylor Greene y Sean Casten han definido la acción como «una posible ofensa que amerita juicio político».
Donald Trump se dirige a la nación la noche del 22 de junio para exponer los éxitos del ataque e invocar una vía diplomática hacia la paz .
Se anticipa una respuesta militar de Irán, posiblemente por medio de milicias y obras proxy en la región.
Con el ataque a Fordow, Natanz e Isfahán, EE.UU. ha ingresado directamente en el conflicto Israel-Irán. Esta acción representa una escalada dramática que, si bien reduce la capacidad nuclear iraní, plantea altos riesgos de confrontación abierta o disruptiva, con implicaciones profundas para la estabilidad regional y global.
Renata Vázquez
 
								 
								 
								 
															 
								 
															